Estos tratamientos pueden ser preventivos o correctivos. La principal plaga en tratamientos fitosanitarios es la Procesionaria del pino.
Los nidos de la Procesionaria del Pino se construyen a finales del invierno o principios de la primavera. Estos nidos, los bolsones que vemos alrededor de las ramas, aparecen si no se han realizado los correspondientes tratamientos preventivos. Estos tratamientos deben hacerse en los meses de verano, mediante trampas de captura de las mariposas. Estas trampas contienen feromonas que atraen a las hembras, quedan atrapadas y, por lo tanto, no pueden poner los huevos. Los bolsones de la procesionaria del pino emergen a finales de invierno y principios de primavera, si no se realizan los tratamientos preventivos oportunos.
Las acciones de control deben llevarse a cabo en los meses de verano, preferiblemente julio, mediante el sistema de trampeo para capturar a las mariposas, evitando la puesta de huevos. Es el tratamiento más efectivo, además de respetuoso con el medio ambiente.
Cuando no se ha realizado el tratamiento preventivo en el mes de julio, los huevos eclosionan a finales de septiembre. Es entonces, cuando se recomienda aplicar biocidas, que son selectivos para esta especie, sin afectar a otras.
Si no se ha realizado ninguno de los tratamientos anteriores, sólo es posible aplicar productos biocidas genéricos que eliminan la procesionaria del pino y toda la fauna de insectos del árbol.